El viejo molino aceitero de Ráfales comenzó a funcionar en 1796 y estuvo a pleno rendimiento hasta 1957. Durante todo ese tiempo, utilizó la fuerza del hombre y de las caballerías para extraer el aceite de las olivas. Su importancia fue vital ya que era el único molino aceitero del pueblo. Pertenecía a la Casa l’Hereu, “el heredero”, la familia de terratenientes que controlaba buena parte de la economía local y bajo cuyo nombre se conoce actualmente el molino.
Hoy en día se ha rehabilitado como hotel, conservando sus paredes de mampostería y tapial así como la maquinaria original utilizada en el proceso tradicional de elaboración de aceite. Pasear por sus salas que nos llevan a otros tiempos, saborear su gastronomía local en la que no falta el aceite de oliva y desconectar en su jardín botánico es un verdadero placer.
Desde hace más de 35 años, Ráfales es conjunto Histórico – Artístico por lo que te recomendamos un tranquilo paseo por el pueblo, caminar por sus calles, contemplar algunos de sus edificios más emblemáticos como el Ayuntamiento, curioso por estar adosado a la antigua muralla, la iglesia, que fue realizada en diversas etapas provocadas por momentos críticos como la peste de 1348, o La Torreta que tras perder su función defensiva pasó a manos de la Casa de l’Hereu, la familia terrateniente que también era la dueña del molino.
Seguro que todavía te quedarán ganas de seguir conociendo el entorno de este precioso pueblo así que te recomendamos la Ruta de els Estrets que comienza por una antigua vía empedrada repleta de campos de almendros y olivos. Es una ruta circular de unos 8 kilómetros que alterna zonas de pino y carrasca con un precioso bosque de chopos.
Más información y reservas de la ruta: turismomatarrana@gmail.com
Hotel – Restaurante Molí de L`Hereu: info@hotelmolidelhereu.es / 978 85 61 82
