¿CUÁNTO PRODUCIMOS, CUÁNTO CONSUMIMOS?

¿Sabías que para obtener un litro de Aceite de Oliva Virgen Extra se necesitan hasta cinco kilos de olivas? Teniendo en cuenta que cada español consume, de media, diez litros de AOVE al año, necesitamos unos dos mil trescientos treinta y seis millones de kilos de olivas para abastecer de AOVE a toda España.

EL ACEITE ARAGONÉS EN EL MUNDO

España produce casi la mitad de aceite de oliva que se consume en el mundo. El aceite que elaboramos en Aragón, la sexta comunidad productora del “oro líquido”, llega a países de la Unión Europea y a destinos como Estados Unidos, China o Japón, donde es muy valorado por los beneficios que aporta.

EMPELTRE, EL OLIVO DE ARAGÓN

Solo en nuestro país hay más de doscientas sesenta y dos variedades diferentes de olivos, siendo la empeltre la más característica de Aragón. Su pequeño porte y alta producción le delata. No solo es muy apreciado su aceite sino que su negro fruto es muy demandado en el consumo de mesa.

Sin tierras y olivares, ¿qué sería de las ciudades?

 

Bienvenidos a las comarcas Bajo Aragón y Matarranya, tierra de olivos centenarios, de productos exquisitos y de costumbres arraigadas. Recorrerlas por sus senderos, saborearlas por sus platos, conocerlas por sus gentes… ¿Vienes?

El olivar es el bosque desde hace miles de años de las comarcas que integran el Bajo Aragón histórico. Su variedad empeltre es conocida en todo el mundo. En el siglo XIX, en los mercados de Marsella, sus aceites se cotizaban como los más caros. Hoy en día, el aceite del Bajo Aragón se exporta a todos los mercados internacionales, siendo el aceite de oliva virgen extra escogido sobre todo para los mercados no iniciados. 

Cuando te paseas por nuestros olivos te envuelve esa atmósfera de tradición: los troncos retorcidos, con viejas cicatrices, dan fe de los acontecimientos pasados y son notarios de la historia de estas tierras. Las personas los trabajan para que den frutos todos los años, cuidándolos y protegiéndolos, para que su ecosistema siga existiendo como desde hace siglos. 

En noviembre «van a coger olivas». El fin de semana van a ayudarlos toda la familia. Se recogen y, dado el porte alto y abierto del empeltre, es necesario varearlas con cuidado para no dañar las ramas que darán cosecha el próximo año. Nuestra gente sabe que la calidad de nuestros extra virgen depende de todo el proceso y que no podemos dañar las olivas en el vareo.

Nuestros molinos de aceite extraen, con los mejores medios, el aceite de oliva virgen extra, la grasa más saludable que podemos consumir. Esa oliva de secano, que ha madurado al sol del Bajo Aragón histórico en los últimos meses, con la mezcla del clima suave del mediterráneo y el continental, más duro,  nos dará un aceite que es como su gente: suave pero firme, dulce pero persistente y con ese color amarillo verdoso tan característico. Cuando es un extra virgen, su sabor es frutado y recuerda la almendra, con un final redondo y dulce que le da esa personalidad típica de su variedad. 

Somos del mundo rural y nuestra gente está orgullosa de serlo, somos agricultores de olivar como nuestros antepasados y deseamos que nuestros hijos sigan cuidando de este árbol milenario con el mismo cariño con el que lo hemos trabajado hasta ahora. Nos gusta ser dinámicos en nuestro pensamiento, pero estáticos en nuestros principios.           

La puesta en valor de nuestro territorio se ha convertido, con el paso de los años, en nuestro principal objetivo. ¡Y es que juntos podemos cambiar el mundo

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